jueves, 2 de junio de 2011

De la Barriada de San Lorenzo

En Córdoba hay un barrio viejo, parte del casco antiguo.
Allí crecí, nací y aún vivo. Cuando tenga un trabajo estable y unos ingresos adecuados, me encantaría comprarme una casita en este barrio.
Cómo evitar escribir un poema con este tema. Es un viaje por mi barrio y los lugares que más frecuento dentro de él.
Intenté escribirlo con palabras comunes para llegar de forma amena a gente de todas las edades, sobre todo a los abueletes que pasean por mi barrio y sus alrededores, así que no espereis una gran calidad de léxico o de rima, sino un sentimiento a trasnmitir.
He aquí mi homenaje para las calles que me han visto crecer y jugar. Mi inspiración.

De la Barriada de San Lorenzo

Deconstruido

Des-desolado

Completamente enamorado

Late el corazón

En la cuesta del Bailío.


Y me arrodillo,

Y mis ojos lloran

Ante la luz cegadora

Que desprende Cristo Rey

Rodeado de farolillos.


Sorprendido,

Desmesurado

Totalmente acrecentado

Mi amor por la ciudad

Cuando delante de Santa Marina

Mis ojos froto

Al ver al gran Manolete

Inmortalmente retratado entre dos potros.


Y en San Pancracio

Surfinias pintan las rejas

Gitanas bailan colgando

Claveles en los tiestos

Geranios rojos sobre muros blancos.


Y a la sombra

Del Palacio de Viana

No hay mañana más feliz

Que al ver las calesas paseando

Adornadas con cascabeles

Y tiradas por caballos blancos.


En el compás de San Agustín

Un hombre rasguea la guitarra

En una melodía sin fin,

Flamenco que inunda la Plaza.


Suena profundo sonido

Repica campanario hermano

En San Rafael suenan las campanas

Anunciando la media mañana.


Y ya gozosa, engrandecida

Por mi patria Córdoba

Reina de Andalucía

Me doy cuenta que me encuentro bendecida

Pues me pierdo y me reencuentro

En cada paseo por el Barrio de San Lorenzo.

Allí el aroma a azahar es intenso

La luz tan pura que hace llorar

El agua de las fuentes

Tan clara y de tal frescura

Que observo mi reflejo como si fuera un cristal.

Y ya termina mi viaje

Peregrina de mi barrio soy

Me despido hablando de mis calles

Describiéndolas como si fueran lienzo

Pues yo soy y siempre seré

De la barriada de San Lorenzo.




True Love


Vuelta al blog después de meses de sequía. La vida nunca me fue tan bien.
Bien el amor, bien los estudios... regular el trabajo, para que decirlo, y no por los compañeros, los jefes o el propio trabajo que desempeño, sino porque son pocas horas y ojalá pudiera ampliarlas.

También tengo un concepto diferente de mi vida.
Miro atrás y veo a los que se quedaron en el camino por divergentes formas de observar lo que nos rodea.
Y veo también, para que obviarlo, un puñado de gilipollas.

Ahora los amigos me abrazan a cada hora. Puedo quedar con ellos y hablar de la carrera, de mi trabajo... delante de una cerveza en una terraza o de una ficha y unos dados.
Ahora me tumbo en el cesped, desde algún sitio donde pueda ver la ciudad por completo, y coloco mi cabeza en el hueco del hombro de Juan, mi amado.
Hay tiempo para las risas, los estudios, el trabajo, para los juegos y el ocio.
Soy independiente, y estoy feliz.

Por suerte me quité el lastre y las etiquetas que me dieron una pasada relación.
Ahora estoy realmente a gusto con mi cuerpo y con mi mente, sobre todo.
Se que soy una mujer con las ideas fuertes.
Se que soy inteligente.
No soy un cuerpo feo que vaga detrás de una opinión ajena.

Pienso que por mucho tiempo, me olvidé de lo que era capaz.

Pero gracias a Juan, se que no soy esa inútil cría que pensaba.
Él me ha mimado, me ha quitado la venda de los ojos. Me ha hecho ver quien era realmente.

El amor es totalmente diferente a lo que yo pensaba. Me recuerda a lo que sentí con mi primer amor de la adolescencia, solo que amplificado por cien.

Respeto, cariño, flexibilidad. Ceder a veces. Tolerar la opinión diferente.
Sorprender a la pareja, disfrutar con cada risa de otro.
No querer ser el centro del universo, ni creer que la palabra propia es dogma, o creer ser el salvador de la tierra o el único con ideas coherentes.

Es ese don, de saber ver las cosas desde múltiples puntos de vista, lo que hace una relación especial.
Es el quererte a ti, y a tu familia, y a su familia, y a sus amigos.
Es el decirte cada día lo guapa que estás, o lo que le hacer reír, o lo que le gustan tus ojos.
Es el acompañarte a casa cada día, o el retirarte la silla para que te sientes, el mandarte un sms al móvil cada vez que en la MTV ponen un videoclip de tu cantante favorita, porque se ha acordado de .
Algunos dirían "los detalles", yo digo que eso es un todo. Eso es querer a una persona de verdad.

Y sintiéndome amada como nunca lo han estado de mi, y yo de él... ¿cómo no me podía ir bien la vida?

Solo agradecerle a Juan todo lo que ha hecho por mí, y lo que hace en el día a día.

Una vez conoces lo que es el amor verdadero, amor libre de sentimientos de posesión, de superioridad, de sobreponer tus condiciones a las del otro... te das cuenta de que no hay sentimiento más maravilloso.


Y después de esta reflexión tan ñoña, procederé a subir una de mis últimas poesías.