jueves, 2 de junio de 2011
True Love
Vuelta al blog después de meses de sequía. La vida nunca me fue tan bien.
Bien el amor, bien los estudios... regular el trabajo, para que decirlo, y no por los compañeros, los jefes o el propio trabajo que desempeño, sino porque son pocas horas y ojalá pudiera ampliarlas.
También tengo un concepto diferente de mi vida.
Miro atrás y veo a los que se quedaron en el camino por divergentes formas de observar lo que nos rodea.
Y veo también, para que obviarlo, un puñado de gilipollas.
Ahora los amigos me abrazan a cada hora. Puedo quedar con ellos y hablar de la carrera, de mi trabajo... delante de una cerveza en una terraza o de una ficha y unos dados.
Ahora me tumbo en el cesped, desde algún sitio donde pueda ver la ciudad por completo, y coloco mi cabeza en el hueco del hombro de Juan, mi amado.
Hay tiempo para las risas, los estudios, el trabajo, para los juegos y el ocio.
Soy independiente, y estoy feliz.
Por suerte me quité el lastre y las etiquetas que me dieron una pasada relación.
Ahora estoy realmente a gusto con mi cuerpo y con mi mente, sobre todo.
Se que soy una mujer con las ideas fuertes.
Se que soy inteligente.
No soy un cuerpo feo que vaga detrás de una opinión ajena.
Pienso que por mucho tiempo, me olvidé de lo que era capaz.
Pero gracias a Juan, se que no soy esa inútil cría que pensaba.
Él me ha mimado, me ha quitado la venda de los ojos. Me ha hecho ver quien era realmente.
El amor es totalmente diferente a lo que yo pensaba. Me recuerda a lo que sentí con mi primer amor de la adolescencia, solo que amplificado por cien.
Respeto, cariño, flexibilidad. Ceder a veces. Tolerar la opinión diferente.
Sorprender a la pareja, disfrutar con cada risa de otro.
No querer ser el centro del universo, ni creer que la palabra propia es dogma, o creer ser el salvador de la tierra o el único con ideas coherentes.
Es ese don, de saber ver las cosas desde múltiples puntos de vista, lo que hace una relación especial.
Es el quererte a ti, y a tu familia, y a su familia, y a sus amigos.
Es el decirte cada día lo guapa que estás, o lo que le hacer reír, o lo que le gustan tus ojos.
Es el acompañarte a casa cada día, o el retirarte la silla para que te sientes, el mandarte un sms al móvil cada vez que en la MTV ponen un videoclip de tu cantante favorita, porque se ha acordado de tí.
Algunos dirían "los detalles", yo digo que eso es un todo. Eso es querer a una persona de verdad.
Y sintiéndome amada como nunca lo han estado de mi, y yo de él... ¿cómo no me podía ir bien la vida?
Solo agradecerle a Juan todo lo que ha hecho por mí, y lo que hace en el día a día.
Una vez conoces lo que es el amor verdadero, amor libre de sentimientos de posesión, de superioridad, de sobreponer tus condiciones a las del otro... te das cuenta de que no hay sentimiento más maravilloso.
Y después de esta reflexión tan ñoña, procederé a subir una de mis últimas poesías.
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