Tu semilla en mi vientre
Riego con Sangre
Florece fuerte, Hijo Mio.
Profundas crecieron
Raices hondas
Que ahogaron mi alma.
Al compás de tu latir,
en frenesí,
Mi existencia baila.
Y acaba la agonía
en llanto rojo.
Por fín nos conocemos.
¿Son haikus?
ResponderEliminarNo del todo, aunque intenté llevar una musicalidad similar. Con fracasante resultado, por supuesto.
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