lunes, 29 de marzo de 2010

Pobre penitente

Pobre penitente,
con espuma en los labios
defendiendo la imagen sacra.
Y la boca fruncida,
los ojos en llamas,
león de leones por su estatua policromada.

Pobre penitente,
con sangre en la lengua
de tanto gritar "hereje",
manchando sus manos de barro sucio

de no cesar de tirar piedras
desde su almena de ideales
al tejado de los demás.

Pobre penitente,
bajo la sombra de un ídolo que agoniza al cielo
pidiendo perdón para los pecadores.

Pobre penitente, reincidiendo,
llorando y berreando,
lanceando y escupiendo
como uno más de los desvergonzados
a los que mantiene alejados de su deidad.

Y desde arriba,
las nubes contemplan la tragicomedia,
el viento se lleva los insultos lejos,
lejos,
el sol hace que el barniz brille
y las lágrimas rojas
se vuelven incandescentes.

Pobre penitente,
cometiendo el pecado del cruzado,
juzgando con mano acusadora
a los que miran su becerro dorado
al cual disfrazan con una apariencia
de hombre crucificado.
Haciendo llorar a su Dios.



Inspirado tras leer este poema http://elegirurlesamargante.blogspot.com/2010/03/al-penitente.html

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