Publicado el 30/07/2008
Aunque no me veas, estoy a tu lado,
cuidandote.
Soy la que hace llegar el olor del café por las mañanas,
la que hace que el aire fresco entre por la ventana
cuando duermes en verano.
Soy la que dirige tu mirada hacia ese céntimo extraviado
la que acaricia tu mejilla con un soplo de aire
cuando montas en bici.
Soy tan insignificante como el viento,
pero, ¿qué necesitas, sino un soplo de aire fresco en el corazón?
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