Publicado el 08/01/10
Se me escapa la vida
tumbada en la camilla,
a tu lado, en duermevela.
Nos morimos, y gemimos,
y reimos mientras nos observamos.
Olor a yodo, a asepsia,
a hierro diluido.
Olor a vida fresca.
Y mientras, entre el blanco
y el verde imprimido en tela,
dentro del transparente tubo,
tu esencia.
Y la mia.
Y nos miramos de nuevo,
con los ojos entrecerrados
y la boca bien abierta,
y nadie entiende que pasa por nuestras cabezas.
Nada importa
salvo saborear la debilidad,
y sentir el corazón acelerandose
a la vez que el sueño embriaga los sentidos.
Y te dices, "Nada importa", mientras caliente,
gotea tu mortalidad.
Y solo piensas, y solo sientes... "Nunca desangrarse fue tan agradable"
Regalar vida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
http://www.youtube.com/watch?v=2AD_ODWtUIg&feature=related
ResponderEliminar