martes, 19 de enero de 2010

Sueños adultos

Publicado el 10/08/09

Que dulce eres
cuando me estrangulas en sueños
con mis cojines y tu carne.
Me gusta notar los besos desconocidos,
quien sabe de que boca vendrán,
y mirar en ojos que se esfuman a cada segundo
sin poder imaginar ni siquiera el color.
Me encantas, cuando toco tu pecho, o tus pechos,
rosados, oscuros... no importa, pues cada noche
eres diferente.
Ni siquiera sé si entre las piernas
tienes un abismo, o el mismo sol,
pues eres tú quien viene en mi sopor y me acaricias el cuello
justo antes de matarme.
La piel está tensada como la cuerda de un arco,
mojada ligeramente con amor de mujer.
El disparo, la puñalada, la sangre manchando mi almohada,
tus dedos clavados en mi garganta impidiendome respirar.
Matandome.
Cada noche... matándome, al ver que no estás ahí.


Preciosos sueños, llenos de amor momentaneo. No importa que género acceda a la pasión de tú mente, ni como se materialice. Todos son ilusiones que se desvanecen al amanecer, dejandote extrañamente sola.

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