martes, 19 de enero de 2010

Brújula

Publicado el 18/01/09

Hay veces en las que no sabes que hacer, en las que apenas tienes un rumbo fijo y sigues una brújula, aferrandote a ella y siguiendo todo lo que te marca; lo peor es que no puedes mirar a los lados y ver todos los caminos que la vida te ofrece.
Son decisiones que marcan el rumbo de tu vida.
Y no significa que no puedas dar la vuelta, pero normalmente cuando lo decides el sendero que debiste seguir esta borrado... y otras, ¡cuanta pereza la volver! Y cuantas promesas rompes, ¡y a cuanta gente desilusionas!
Es dificil no dejarte deslumbrar por la brillante y falsa esperanza que te promete el odio, el rencor.
Y duele tanto lo que te hicieron...
Tanto...
Tu camino ahora esta lleno de zarzas y de espinos, de flores mustias y apagadas. Si encuentras una brillante y bella, piensas que es venenosa... "como él", resuena en tu mente. Letal.
Ya no tienes ilusión por nada, y, sinceramente, no te importaría morir, aunque tampoco vivir, es un estado de macabro equilibrio... indiferencia, pretende ser, aunque solo es tristeza camuflada.
Buscas apoyo y todos te lo brindan, pero por dentro estas vacío.
La gente piensa "ya lo superó", o "es feliz", y no tienen ni idea de lo que realmente te pincha el alma todas las noches antes de dormir, o lo que extrañas al levantarte.
Y es así, y a todos nos pasa.
"Ojalá...
Ojalá...
Ojalá..."
La palabra resuena en tu mente y se mezcla con otra.
"¿Y si...?"
Pero no, no volveras a caer en eso, ¡nunca más! No darás la vuelta. No.

Es entonces cuando cierras los ojos y buscas en el bolsillo tu brújula, la besas y dejas un sabor metálico y agrio en tus labios... ciega, resignada y sin importarte que pueda pasar, vuelves a seguir el rumbo que te plantea.


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