martes, 19 de enero de 2010

Hay

Publicado el 28/06/09

Hay tanto que estudiar ultimamente que necesito escribir. Y también están pasando tantas cosas...
Yo recuerdo que no quiero principes... sino ranas que sepan besar.

Hay niñas tontas que remontan a base de saliva, y de besos y gritos finjidos.
Hay mujeres que caen en picado tras unas sabanas revueltas y una copa de alcohol vacía que se pega a la mesa de noche.
Hay principes que en vez de lengua meten pena en la boca de sus consortes, y ranas que besan tan suave y pesado como la caricia de una rosa mojada en los labios.
Hay vírgenes que insisten en vestirse de blanco y defender su hipocresía, e invitar a trescientos corazones rotos.
Hay impuras que lloran como una niña ante el contacto de un simple beso en la frente.
Hay poetas en cada casa, y payasos también, y políticos en cada bar, incluso expertos en economía.
Hay falacias y falsos ideales enmascarados en una simple camiseta, y una verdad enorme en un simple "te amo"
Y hay sueños, y fracasos.
Y hay orejas, pero faltan los oidos.
Y existen canciones que de tristes te ponen alegres, y por desgracia llantos que a muchos hacen sonreir.
Y hay hambre de hombres que sepan ser mujeres, y más aún de mujeres que sepan ser hombres.
Hay guerras por corazones que nadie posee, y prisioneros que palpitan detrás de una jaula de abrazos.
Hay cocodrilos que suspiran entre colmillos y lloran la pérdida debajo de sus enormes escamas, y corderos que pisotean las llagas sangrantes de los lobos cuando los perros ya se han cebado... aunque este nunca les hincó el diente.
Hay limosnas que no dejan de ser espinas dentro de una lata, y ostias que sanan a base de goterones de sangre salada que chorrean por una conciencia.

Y haber, hay de todo en este mundo...
pero que dificil es darse cuenta de que demonios eres.

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