martes, 19 de enero de 2010

Reflexión

Publicado el 08/12/08

A veces me gustaría que todo se apagase... tu corazón, el mío, los dos a la vez, y que no nos amasemos nunca más.
No es que no te quiera, entiendeme, ¡todo lo contrario! Temo que algún día nuestros sentimientos se entrechoquen y se anulen, o se aviven pero de forma contraria.
Si, tengo miedo de que me odies.
No es la primera vez que me pasa, comprendeme, y soy como al perro al que le abofetean, tiene miedo de la mano de su dueño porque no sabe (o no entiende) si le van a dar una caricia o una ostia.
Yo, alma libre, encadenada con cuerda invisible. Lo peor es que esa cuerda solo esta en mi mente... tu nunca tiras de ella, nunca me ahogas. Creo que YO me he puesto esa cuerda en el cuello y la he atado a tu mano sin que te dieras cuenta.
Yo, la que se jactaba de no tener Dios, ni patria ni rey me encuentro poniendo velas y soñando con habitar el trono de tu corazón. No se si definirlo con un owned, un FAIL o un EPIC FAIL, simplemente me rio entre dientes y vuelvo a rezar por un beso tuyo.
Nunca llegué a pensar que lloraría con un beso tuyo. Nunca pensé que llegaría a perderme una hora bajo la lluvia para que esta se llevase mi pena y mis paranoyas. Nunca, NUNCA llegue a imaginarme que verte llorar me produciría tanto dolor en el pecho, y aún me estremezco recordando tu cara mancillada por el dolor.
Creo (y cada vez estoy más segura) que eres una droga. Inhalo tu perfume, me deleito enrredando tus bucles en mis dedos, saboreando tu cuerpo y bebiendo tu saliva. Cierro los ojos y veo tu cara placidamente apoyada sobre la almohada, y ¡soy tan feliz cuando recuerdo el despertar más feliz de mi vida! Allí estabas, despertandome con tus labios, abrazandome tan fuerte que pensé que nunca más volvería a temer quedarme sola!
Pero, amor, a veces todo se empaña por la duda, por todo lo que me paso, y si bien se que no me harías eso, joder, ¡me asusto!

No te pediré que prometas cosas que son dificiles de cumplir... si lo nuestro se acaba algún día, solo espero que halla dejado una huella buena, cálida, en tu corazón como me la dejó a mi otra persona; algo que al mirar atrás te diga "realmente me quiso, realmente lo pasé bien con ella", y si bien no pudiese ser como antes, te alegrase encontrarte conmigo y bebernos un té, o jugar a una partida de rol con los amigos.

No sabes lo que puedes llegar a confundirme, Luis. Me llevas al éxtasis y a la amargura en otras ocasiones (aunque he de confesar que soy yo la que suelo tomar ese camino por mi cuenta). Muchas veces puedo leer casi tu mente, pero la mayoría del tiempo no puedo saber que pasa por tu cabeza.
Me amas, si, pero me confundes a veces con tus actos.
Y, por encima de todo, me haces MUY MUY feliz.
Ya no se como decirte que te quiero, que, por mucho que me duela, te necesito, y a la vez no quiero necesitarte, y ahí, amigo, es donde surge el conflicto.
Quiero ser libre, pero mi corazón no lo desea. No quiero depender de alguien, y sin embargo, ¡mirame! Suplicandote que me digas un te quiero.
Supongo que todo es culpa del amor. C'est l'amour. Debe de serlo, no le veo otra explicación. ¿Que te digo ahora? Ya se...
Cuidame, ¿vale?

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