Publicado el 30/05/09
Ya se le ven las orejas al lobo
y los dientes afilados
resplandeciendo desde la cama,
y los COJONES,
la tiranía sexual, mental,
la pobre caperucita sodomizada
sudando y dudando por segundos.
Mentiroso, cruel, hipócrita,
el lobo vestido de abuela,
con el cuero debajo de los faldones
o peor,
diciendo que es un príncipe
de esos que solo salen por la noche
a cortejar damas.
Me engañas, una y otra vez,
¿que redención pides?
¡maldito bastardo!
si te orinas en mis principios
cada vez que me doy la vuelta.
Solo estas cosechando
valles estériles donde el rocío son lágrimas
y las hojas jirones de piel sangrante,
hazme un favor
y nunca, nunca más pretendas entrar en mi vida...
las ostias y los escupitajos,
los gritos,
te los guardas para otra.
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