martes, 19 de enero de 2010

Para Jackx

Publicado el 01/10/08

Esta no es la típica carta de amor. Aquí no hay esperanzas, sino miedos e incertidumbres, dolor, sentimientos dificiles. Esto no es la típica carta que agradece que hayas estado a mi lado durante un mes... te escribo esto porque el amor no es fácil y no hablaré maravillas de algo tan dificil y duro como lo nuestro. Hablaré de lo que siento, sin adornos, sin florituras.
¿Acaso se puede definir mejor que siento que de esta manera?



Que puedo decir.
No se como explicarme, no se como expresarme.
Las palabras que resuenan tan bellas en mi mente mueren en mis labios, los discursos largo planeado, organizados palabra tras palabra se convierten en los brotes de una flor a la que aún le falta mucho por abrirse y mostrar al mundo su belleza.
La inspiración se me escapa cuando estoy a tu lado, tal vez porque tú eres inspiración pura y no puedo describirte. Espiralmente desciendo hasta la profundidad de tus ojos, me marea muchas veces sentir algo tan intenso; el roce de tus manos eriza el vello de mi nuca y dilata mis pupilas, mi respiración cesa por unos segundos y noto un chorro de adrenalina que se inyecta en mi sangre, haciendo que el tiempo, parado antes, se acelere intentando recuperar los momentos perdidos. El corazón late rápido, el aire espeso y caliente, raudo, escapa de mis pulmones, la boca del estomago se contrae por la magnitud de un gesto tan sencillo como el de cogerme la mano.
Sin embargo lo nuestro es tan increíble que algo malo tenía que tener...
Me emborracho de tu amor cada fin de semana y sufro por la falta y la ausencia de tu calidez después, tu visión es mi droga y no puedo parar de pensar en volver a tenerte entre mis brazos.
Tu voz muere cada noche en el auricular de mi teléfono hundiéndome en la nostalgia, y es que estamos condenados en esta relación. Un sentimiento demasiado fuerte para administrarse de una vez, tal vez es necesario que sea en pequeñas dosis...
Pero ni unos grilletes son tan crueles como esta maldición. ¿Acaso nada nos saldrá bien? ¿Acaso estamos destinados a sucumbir asfixiados por la presión de las circunstancias?
No me importa realmente.
De nuevo las palabras mueren en mis labios... solo me queda decir algo tan sumamente básico que asombra por su capacidad para definir lo que siento.
Te quiero.

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