Publicado el 30/03/09
Me gustaban tus ojos
color caramelo
y tus labios de gominola,
y tus besos de regaliz.
Sin embargo tanto azúcar
contrasta con mi diabetes emocional
y necesitaba inyectarme amarga insulina
en forma de píldoras marrones,
marrones como tus ojos de caramelo.
Que curioso, siempre vuelvo a tí,
siempre te menciono,
y es que, en fin,
un dulce no le amarga a nadie,
pero si que puede picarte los dientes.
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