lunes, 25 de enero de 2010

Imperfection

Amado, págame con vino,
que tus besos ya no valen,
que me condenas al olvido,
que ya nadie oye mi llanto
tras la muerte de tu oído.

Amado, págame con techo,
que no cale la lluvia
ni la nieve cubra mi cabellos,
que caballeros con pan,
pero con pena,
no valen más que un cadáver con renta.

Amado, págame a oscuras
que tu cuero me arrope
y me calme la sed tu saliva
y tus uñas arañen mi alma
y tus caricias suturen mis heridas.

Amado, págame con sangre,
quiero tu vida palpitante
corriendo tras mi ombligo,
que quiero sentir
tu carne y tus huesos molidos
acunados en mi vientre vivo.

Amado, ámame,
no devores mis principios
ni me muerdas, ni me lastres,
ni anides costumbres en mis sentidos...
que soy muy joven para agriar mi cariño.

Y por ultimo, amado,
escúchame,
que yo no quiero un cuento vivo,
que la vida de hadas me aburre,
que prefiero lo desconocido.
Amado, olvida estos versos sin sentido,
porque los deseos
acomodan,
y los besos
se demoran en mi piel.
Que no quiero amarte, ni sentirte, ni llorarte,
que no quiero sueños
en los que siempre gane.
Por que tú, sin consejos,
ya eres el mejor de los cortejos,
y tú, y tú, y tú...
y tú eres perfectamente imperfecto.


Se me ocurrió escribir esto tras oír una conversación sobre "como sería el chico perfecto"
Y sinceramente, creo que la perfección no es la virtud que todos consideramos.
No hay un destinatario para este poema, no esta dirigido a nadie.

1 comentario:

  1. Alguien que te admira25 de enero de 2010, 6:27

    Hay belleza en la imperfección. Son los pequeños defectos, dignos de ser amados, los que hacen única a tal o cual persona.
    Da gusto leer a alguien con tanta sensibilidad.

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